lunes, 20 de junio de 2011

Cosas que arrasan

Ella: ¡Hey! ¡Cuánto tiempo!
Él: Casi un año ¿No?
Ella: No sé, no recuerdo.
Él: Sí, casi un año.
Ella: Si tú lo dices será así, Je Je
Él: ¿Sabes qué? Paso de preguntarte que tal te va y todas esas mierdas. No eres un encuentro cualquiera, así que no diré ni haré cosas cualquieras.
Ella: Bueno, yo tengo que ir a...
Él: Me da igual donde tengas que ir. ¿Sigues con él?
Ella: ... Sí.
Él: ¿Lo sigues queriendo igual?
Ella: ¿Por qué me lo preguntas?
Él: Es obvio, aún te deseo.
Ella: Me dijeron que estabas con una chica muy mona y simpática.
Él: Es cierto.
Ella: ¿No te va bien con ella?
Él: No como me gustaría que fuera. Pero es imposible. Ella no es tú.
Ella: ¿Y por qué estás con ella?
Él: Es un poco atontada. Poca variedad de conversación. Pero es muy guapa, está muy buena, huele muy bien y me quiere. Me cuida. Me sirve.
Ella: Es un poco cruel.
Él: ¿Qué esperabas de la verdad?
Ella: Tenía la esperanza de que lo hubieras superado.
Él: Mentira. Tú me deseas tanto como antes. De hecho creo que aún más.
Ella: Eres muy arrogante.
Él: Intenta negarlo.
Ella: No te deseo.
Él: Yo a ti tampoco. Te necesito.
Ella: Sabes que nunca seríamos felices.
Él: No busco ser feliz.
Ella: Estás loco.
Él: Niégame un beso.
Ella: Ni se te ocurra besarme.
Él: No lo haré. Lo harás tú.
Ella: ¿Por qué me haces esto?
Él: Porque no llegamos a exprimirnos al máximo. Y me arrepiento cada día. Nunca llegaré a entender por qué no intentamos llegar más allá. No entiendo por qué te daba miedo. Sólo quiero probarlo todo contigo. Conocer cada uno de tus rincones más oscuros hasta que encuentre algo que me haga odiarte o hasta que ya no pueda conocer nada más interesante de ti.
Quiero enamorarme de ti hasta asfixiarme por tu ausencia.
Lo que menos soporto es la idea de que tú también quieres lo mismo y no lo aceptas. No lo dices, pero lo se.
Ella: ¿Por qué estás tan seguro?
Él: Porque siempre vuelves a mi mente.
Ella: Eso no tiene sentido.
Él: No espero que lo comprendas.
Ella: Estoy con él.
Él: Pero quieres estar conmigo.
Ella: Y tú con ella. ¿Quieres hacerle daño?
Él: Soy un egoísta, un mierda. Lo asumo. No iba a durar para siempre. Es una relación tirita. Para tapar la herida abierta de otra y que no haga rozadura con los zapatos de la vida.
Ella: ¿Por qué tienes que volver siempre a mí?
Él: Quisiera llamarlo destino, pero vuelvo porque lo provoco yo mismo.
Ella: Ésto no va a salir bien.
Él: De eso estoy más que seguro, pero es necesario.
Ella: Te odio mucho.
Él: Yo a ti más.


El Beso.



No hay comentarios:

Publicar un comentario